Soraya Rosales

Soraya Rosales

Cuando uno habla con Aaliyah Rosales acaba entendiendo mejor su trabajo, aunque reflexionemos sobre este concepto, ¿trabajo? Ella es artista, performancer, diseñadora, estilista… Ha convertido su vida en un show, costumbrismo folklórico y arte las 24 horas del día hasta llegar a hacer de ello un estilo de vida sin hilo conductor.

Una joven que no solo destaca por la peculiaridad de sus shows y personalidad arrolladora, sino también por la constancia que pone cada día en su trabajo a pesar de la fluidez y naturalidad de su estilo, siempre rompiendo con la rutina. Aunque, como señala la artista, sea una práctica que se haya hecho cada vez más accesible debido a la revolución de las redes sociales.

En esta conversación, Aaliyah nos cuenta cómo es la vida de una performancer, define su realidad cotidiana, comparte con nosotros sus principales fuentes de inspiración y, además, nos desvela algunos de sus próximos debuts. Una “retahíla” de ideas, conceptos, proyectos, etc. que nos harán plantearnos la dualidad entre la realidad y la imaginación del costumbrismo cotidiano.

AM – Comencemos la entrevista con una pregunta sencilla, que marque el ritmo de lo que nos espera a lo largo de la charla, cuéntame… ¿Cómo definirías el arte en tres palabras?

AR – Me encantaría atreverme a definir el arte como un ritual estético, comunicativo y emocional que se expresa mediante las habilidades plásticas, corporales, sonoras…

AM – Actualmente estamos atravesando una época un poco complicada, sobre todo cuando hablamos en términos de arte. ¿Cómo ves a los profesionales del arte en 10 años?

AR – El arte evoluciona a una velocidad inimaginable. En los 10 últimos años con la llegada de internet a todos los campos de nuestra vida y nuestro día a día, rompiendo todas las distancias. Creo que ocurre lo mismo con las vanguardias, que pretenden eliminar la distancia entre el arte y la vida para hacerlo universal, o dicho de otra manera, el artista de ahora puede ser de cualquier edad, condición, raza o sexo, pero es, sobretodo, autorreferencial, ya que con dicha aparición de Internet las redes sociales han marcado un cambio muy importante y han generado una nueva corriente artística en la que el artista es su propia obra y tiene la facilidad de exponerla de manera inmediata y casi sin intermediarios haciendo un simple click de upload en cualquiera de sus redes sociales. En diez años creo que podremos encontrar a la venta piezas de arte tales como Perfiles de Instagram y, además, creo que es algo que beneficiará al artista del futuro.

AM – ¿Crees que la situación mejorará en un futuro?

AR – Estoy segura, como os comentaba, todo va tan rápido y hay tanta información al alcance de todos que la única forma que veo de evolución es positiva, con muchas más oportunidades para todos y un mayor alcance y repercusión para crear valor.

AM – Echando un vistazo a tu historia se puede ver como el performance es una disciplina que representa tu talento profesional en grandes dosis. Quizá un estilo de vida poco común y que a mucha gente le puede generar inquietud, ¿serías capaz de contarnos cómo es la vida de una performancer?

AR – Pues me parece una pregunta muy curiosa, y lo cierto es que tiene una respuesta curiosa también. Desde mi punto de vista, tengo una vida muy peculiar, sin hilo conductor, pero con un sentido y una clarividencia de a dónde quiero llegar, de dónde vengo y de por qué hago lo que hago cada día.

Existen varios personajes dentro de Soraya (Aaliyah Rosales, Cohen, Caliope Flores, Sarita Consales…), pero todos ellos nacen de manera natural, por casualidad, en el día a día y de situaciones cotidianas.

Yo no me doy ni cuenta, pero los que me rodean piensan que mi vida es una performance constante, hoy estoy en Córdoba ayudando a Palomo Spain, mañana en Madrid en shooting de estilista, pasado en Barcelona pintando unas cartas de Tarot y coincidiendo con mujeres maravillosas para una perfomance, de repente en NY con el montaje de un desfile… Tengo mucha suerte de dedicarme a tantas cosas distintas que me hacen estar en ambientes tan diferentes.

AM – Y ahora uno de los factores más importantes, ¿qué fue lo que te llevo a hacer performances? ¿Y por qué?

AR – Escuché el termino perfomance hace más bien poquito, cuando monté mi primer Mercadillo Rosales 24hours Show. Era un reality de 24 horas, que se retransmitió en directo, donde me encerraba con todas mis pertenencias en una galería con escaparate al público y programaba eventos intercalando con mis amigos y creando mi versión de “Noche de fiesta” perfecta.

Yo solo jugaba a pasármelo bien con mis amigos y de repente era Performer.

Además, creo que mi vida se convirtió en una perfomance porque busco instintivamente lo cotidiano para representarlo a mi manera. Al fin y al cabo, al dedicarme a tantas cosas tan distintas y no contar con una rutina diaria coincido con gente muy dispar y el hecho de adaptarme a sus ambientes me inspira llevándome a crear esos nuevos personajes que se complementan y a la vez son muy diferentes.

AM – Por lo que nos cuentas tu vida se basa en un constante estado de creación, para hacer posible este estilo de vida ¿cuáles son tus principales fuentes de inspiración?

AR – Desde La Lole y Manuel, el flamenco psicodélico o los documentales de flamenco de Carlos Saura hasta Claude Cahun, pasando por directores de cine como Paolo Sorrentino, Ken Russell, Alejandro Jodorwski, Luis Buñuel, Danny Boyle, Almodóvar, actrices como Tilda Swinton o artistas como Cindy Sherman. En moda, tengo mi debilidad por Alaia y por supuesto, Sybilla.

AM – Además de ser performancer, también tienes una firma de moda y además eres estilista ¿cómo definirías tu estilo como diseñadora? Y, ya que la moda está tan presente en tu día a día, ¿nos podrías decir qué significa la moda para ti?

AR – Instintivo. Mis inspiraciones y mi idea de lo cotidiano, de ahí el nombre Trapos Rosales.

Siempre ha estado muy ligada a mi vida. Desde que soy pequeña he utilizado la moda para expresarme y romper con mis complejos o prejuicios sobre mi misma, vengo de un pueblo muy pequeño y lo cierto es que si no eras una chica resultona, con un estilo de chica guapa «buenorra», eras la friki y la rara.

Yo me divertía creando mi mundo haciendo mis propios looks que eran criticados por todos en el pueblo pero que cuando iba a la ciudad encantaban. Utilizaba mi imagen para expresarme sin palabras.

AM – Actualmente, y quizá sea una tendencia muy influenciada por el performance, estamos viviendo una época donde el género pasa a un segundo plano democratizando la moda hasta altas dimensiones, por ello no sé si te atreverás con una pregunta más personal ¿crees en la existencia del género a la hora de vestir o crear prendas para una persona?

AR – Para nada, nunca lo he creído y lo cierto es que he tenido la suerte de venir de una familia bastante especial y moderna para lo que a su época, lugar y edad les tocaba.

Siendo una familia musulmana, mi madre siempre me ha enseñado que la buena imagen es importante porque es la primera impresión que das de ti al de enfrente y siempre me han apoyado y me han permitido comprarme lo que quisiera, fuera en mi época en la que solo vestía ropa de “hombre” o en las épocas que me apetecía más vestirme como una “lady”. Nunca he hecho distinciones, y la verdad es que siempre ha sido instintivo porque mis padres eran iguales.

AM – Hagamos un balance profesional. Extrapolando la conversación al ecosistema diseño vs. estilismo, cuéntanos qué es más complicado según tu experiencia ¿Crear moda o vestir a alguien con diseños que ya existen?

AR – Ninguna de las dos cosas son complicadas. De hecho disfruto las dos muchísimo y como os contaba antes, todo siempre surge de manera orgánica, sin buscarlo. Al final uno de los Trapos Rosales se crea de una tarde de tertulia en mi casa mientras escuchamos flamenco y bailamos un poco y, de repente, otro día vienen tres modelos a casa y un artista y acaban vestidos de esos Trapos Rosales que nacieron de casualidad y salen unos videos maravillosos y todo sin apenas darnos cuenta, siempre es todo muy orgánico y de manera muy fluida, no es complicado de ninguna de las maneras.

AM – Con tantas ideas y tantos frentes profesionales abiertos (performancer, diseñadora, estilista, artista…) seguro que has conseguido un amplio bagaje en cuanto a trayectoria artística, ¿cuál ha sido tu mayor logro en cuanto a cuestiones profesionales?

AR – Cada día que pasa es un logro distinto, puedo recordar varios, de hecho, mi época con Sybilla fue maravillosa, y junto a ella aprendí muchísimo y me forme en lo que soy ahora.

Junto a ella y durante esa época, me conocí mucho más a mí misma mientras entendía cómo funcionaba el mundo de la moda y el arte y uno de mis momentos favoritos fue conocer a Olivier Saillard y haber estado en una de sus performances en directo con Tilda Swinton y Charlotte Rampling.

Hace unos días hice una nueva perfomance que fue todo un reto porque no era de mi mundo en absoluto pero conseguí llevármelo a mi terreno a través de una performance en directo y un video que grabé y edité yo para el rapero C.Tangana, en la presentación de su último disco.

AM – Y volvemos a temas relacionados con la moda, solemos verte rebosante de personalidad en todos tus trabajos, pero a veces la falta de inspiración puede llegar bloquearnos en ocasiones, convertir tu vida en un performance tiene que ser complicado. Por eso, ¿cómo definirías tu estilo en el día a día?

AR – Depende del día y del personaje, no hay un estilo del día a día. Me visto todos los días como si tuviera una reunión, una comida familiar, un evento inolvidable y una cena de amigos, todo a la vez, así sé que no fallo, pero un día me siento más Cohen Rosales, otro Calíope Flores flamenca, otro más Sarita Consales cubana…

AM – Por otra parte, vemos como la moda está dando un giro de 360 grados y las tendencias están revolucionando el sector, cambiando de forma radical temporada tras temporada. Nos encontramos en una época con multitud de frentes abiertos y una amplia cantidad de corrientes que marcan el presente de la moda de la forma más vanguardista, por eso… ¿cuál es tu percepción de ésta en el siglo XXI? Y ¿Cómo ves la situación actual en el sector?

AR – Volvemos un poco al mismo discurso de lo que ocurre con el arte, creo que todo va mucho más rápido que nunca. Pongo el ejemplo de Palomo Spain, que en un año ha conseguido lo que otras muchas marcas han tardado en conseguir varios años. Y es que cuando creas una buena identidad de imagen argumentada con un buen discurso, con Internet llegas a muchas más personas que se sienten identificadas y emocionadas. Es muy bonito, aunque reconozco que también es tan rápido que a veces no te das cuenta de que no te da tiempo a disfrutarlo, a veces porque aún no terminaste con una y ya estás en la siguiente, pero como al final no es ni como trabajo, es maravilloso.

La situación del sector la veo en crecimiento. Hay muchas cosas que contar aún y mucha historia por escribir, vivimos en un momento de transición y en el que el grado de conciencia de la población es cada vez mayor, por eso tenemos que aprovechar toda la repercusión para ayudar a esta generación a entrar en razón y seguir motivando a hacer cosas diferentes, ser originales y no tener complejos por nada.

AM – Y haciendo un poco de hincapié cuestiones relacionadas con los sentimientos, ¿afecta tu estado de ánimo a la hora de crear nuevos proyectos? ¿Cómo crees que lo hace?

AR – Por supuesto que sí, depende mucho de todo. Cuando estoy triste, me gusta encerrarme en casa, abrir mi disco duro y busco vídeos que montar, películas nuevas que hacer, me encierro tres días y de repente me sumerjo en mi mundo y acabo creando nuevos proyectos. Cuando estoy contenta y hace sol, el personaje pasa tiempo en la calle, en el campo, compra telas, se hace vídeos…

Los estados de ánimo, independientemente de si es alegre o triste, son maravillosos porque siempre sacan a la luz algo nuevo.

AM – Por ahora ya está bien de comentar el presente, hagamos referencia a temas relacionados con el futuro, ¿tienes algunas ideas definidas para próximos proyectos? ¿En que estarás centrada? ¿Vas a continuar trabajando en tu firma “Trapos Rosales” o tienes pensado centrarte en otros proyectos?

AR – Desde que decidí apartarme de la moda cuando me marché de Sybilla, mis planes han sido escaparme a África a ayudar y descansar un par de meses. Pero llegó Palomo Spain y otra serie de maravillosos proyectos se cruzaron en mi camino y ahora estoy centrada en ellos. Me quedan algunas perfomances que tengo por enseñar aún, sigo centrada en mi reality y voy a hacer el vestuario de un grupo de danza contemporánea que lucirá lo nuevo de Trapos Rosales.

Ahora empiezo con la segunda colección de Trapos Rosales y tengo muchas ganas de mostrársela al mundo con sus nuevos personajes y sus nuevas historias y voces.

AM – ¿Tienes algún sueño o ambición que te gustaría cumplir? ¿O prefieres vivir el día a día e improvisar sobre la marcha?

AR – Vivo en un equilibrio de ambas cosas, tengo un sueño que cumplir a corto plazo que es hacer mi propio Gran Hermano y que los concursantes sean los chicos y chicas de la agencia de talentos que quiero montar, de momento vivo al día y dejándome llevar, pero nunca dejo de crear y de maquinar para tener claro a dónde quiero llegar.

AM – Y en relación a estos sueños o ambiciones… ¿Qué sientes cuando estás trabajando en algún proyecto? ¿Te sientes orgullosa o crees que siempre puede haber por ahí alguna que otra inseguridad?

AR – Siempre hago las cosas desde el amor absoluto y la felicidad, por lo que no conozco las inseguridades y me dejo llevar más por los instintos más puros de felicidad y conexión con lo que hago y los de mi alrededor.

AM – Esta pregunta siempre me hace ilusión mencionarla, pues cuando hablamos del “amor al arte” cada artista sabe marcar la diferencia abriendo su corazón de la forma más sincera… ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión? ¿Crees que ser artista es una vocación?

AR – Mi familia escogida, es decir, las personas tan maravillosas de las que tengo la suerte de estar rodeada, y la libertad de poder viajar y moverme sin limitaciones por el mundo, es algo que adoro.

Sí, pero una vocación maravillosa en la que el trabajo siempre tiene su recompensa, aunque sea en la sonrisa o en la crítica de la persona que ve tu obra una vez finalizada.

AM – Y ahora pongamos punto y final resumiendo todo lo que hemos comentado anteriormente en tres palabras, ¿cómo definirías la vida de una artista?

AR – Impredecible, divertida y entregada.

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